jueves, 19 de agosto de 2021

El broche muerde la soga de la ropa (poema)

 El broche muerde la soga de la ropa

porque tiene hambre de hilachas.

Hambre, mucha hambre.

Y al morder, más y más destroza,

más y más avanza.

La ropa teme su cercanía desmesurada

y trata de ahuyentarlo, pero falla.

En el intento se desgarra, hecha girones,

mientras el broche ríe sin parar.

Lo ha logrado una vez más,

en el camino queda un tendal.

La ropa casi muerta, agonizante, clama a gritos,

aunque ya nadie la escucha.

Irá directo al cesto de basura o, con suerte,

como trapo al lavadero.

Eventualmente le llegará el desquite,

aún hay broches aferrados a la soga.

Los que se resquebrajarán al sol,

o serán oxidados por la lluvia.

Momento sublime de la justa venganza.

Entonces, y sólo entonces,

se equilibra la balanza.

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